La piel es tan maravillosamente autosuficiente que podemos llegar a pensar que la tenemos garantizada para siempre o que podemos abusar de ella sin problemas. Pero merece y requiere de cuidados adecuados, principalmente a medida que nos hacemos mayores.
La piel debe limpiarse de manera regular ya que la falta de limpieza, acumulación de suciedad, grasa y otros contaminantes del ambiente, pueden contribuir al desarrollo de enfermedades cutáneas. Por esto es tan importante bañarse todos los días con productos que no sean agresivos para nuestro tipo de piel, utilizar ropa limpia y cambiar la ropa de cama cada cierto tiempo. Los productos hidratantes ayudan a lubricar la piel con una película de emulsión de aceite y agua, y no son absorbidos más allá de la capa más externa de la piel.
Uno de los mayores riesgos para la piel es el exceso de luz solar. La exposición excesiva causa no sólo sequedad o quemaduras, sino cambios a largo plazo que pueden provocar envejecimiento prematuro o, incluso, otras afecciones más complejas.
¡¡¡Recorda elegir productos que sean amigables para el lavado de tu piel, no exponerte al sol sin protección e hidratarte!!!
BIBLIOGRAFIA
Ignacio O. (2023). “La importancia de cuidar tu piel”. Disponible en: La importancia de cuidar tu piel (sanitas.es)